Inicio y primeros contactos con el trabajo de campo

Estamos tan acostumbrados que rara vez nos paramos a pensar en lo complicado que resulta vivir en unas islas tan distantes como las nuestras. Aunque ya se ha convertido en algo cotidiano, la verdad es que no siempre resulta sencillo trasladarse entre ellas. Solo cuando llega una buena borrasca o algunas rachas intensas de viento, nos acordamos de lo complicado que es desplazarse entre Tenerife y La Palma. Tras más de 24 horas intentando salir del aeropuerto de Los Rodeos, incluyendo dos cambios de billete y el paso por cinco puertas de embarque diferentes, la mitad de los participantes del Campus consiguió llegar a La Palma a última hora de la mañana del lunes 29.

 

 

 

Tras la odisea, que permitió comprobar la comodidad de casi todos los asientos del aeropuerto, llegamos con varias horas de retraso a la presentación oficial del Campus en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Tijarafe. Allí fueron recibidos por el alcalde, Marcos Lorenzo, quien dio la bienvenida en nombre de todo el equipo, y entregó el “kit básico” a los participantes, compuesto por camisetas, cuaderno, carpeta, bolígrafo, pegatinas, sobrero, etc., todo lo necesario para sacar el máximo provecho a las experiencias que durante dos intensas semanas disfrutarán los participantes.

 

 

Dado el retraso acumulado, la primera actividad formativa del Campus consistió en la visita al Museo Arqueológico Benahoarita. Acompañados de Jorge Pais, Director del Museo, los participantes pudieron conocer de primera mano las características del registro arqueológico de la Isla, con especial atención a lo relacionado con la tipología cerámica y el mundo funerario. Una visita imprescindible para todo aquel que quiera conocer el periodo aborigen de La Palma.

 

El martes iniciamos lo que sería una constante a lo largo de toda la semana: la limpieza y retirada de los sedimentos procedentes de la carretera para el posterior acondicionamiento de la Cueva de El Granero. El objetivo último es conocer los procesos históricos acontecidos en la cueva y determinar en qué medida los usos modernos han afectado al registro arqueológico aborigen. Para lo cual se realizará posteriormente una evaluación y recogida superficial de todos los materiales para su correcta sistematización y clasificación. Tras dicha limpieza procederemos a realizar varias catas que constaten el grado de afección del uso moderno sobre el aborigen y valorar la potencialidad del yacimiento para iniciar una intervención de mayor alcance.

 

Pese al trabajo de la semana anterior, el volumen de los escombros seguía planteando un problema importante para entender la distribución y organización espacial tanto del interior como del exterior de la Cueva, por lo que su extracción supuso todo un reto para los participantes. Entre las toneladas de tierra retiradas, y los kilos de polvo que cada uno se llevó encima, al final de la semana se consiguió retirar lo necesario para afrontar una limpieza más específica. Tal era la cantidad de tierra y escombros acumulados en la entrada que parte del muro de cerramiento quedó sepultado y fue toda una sorpresa encontrárselo a mitad de semana.

 

Paralelamente a esta limpieza, y para desconectar un poco del esfuerzo continuo que ello suponía, se emprendió otra de las metodologías de campo habituales en la arqueología de las Islas: la prospección arqueológica. Se llevó a cambo una prospección superficial sistemática de diversos tramos del barranco con el objetivo de identificar nuevas cuevas no inventariadas con anterioridad. Tras las indicaciones oportunas, los asistentes al Campus fueron organizados en pequeños grupos. De esta manera se recorrió parte del Barranco localizando yacimientos arqueológicos y registrándolos en fichas sistematizadas que, posteriormente, serán informatizadas. Los enclaves fueron descritos detalladamente, georreferenciados y generado el necesario registro fotográfico que recoge las evidencias patrimoniales más relevantes observadas en superficie.

 

 

Entre las diversas visitas que hemos tenido esta semana ha destacado la del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tijarafe. El alcalde Marcos Lorenzo, junto a los concejales Yaiza Cáceres, Diana Lorenzo y Javier Peña bajaron al Barranco y se interesaron por el progreso de las actuaciones arqueológicas, conociendo de primera mano la situación de las cuevas que este año se intervienen e interactuando con los participantes del Campus.

 

 

 

 

Con respecto al apartado teórico del Campus, este ha consistido en dos charlas impartidas por sendos especialistas que han ofrecido una visión actualizada tanto de la arqueoastronomía como de la zooarqueología. El primero, Miguel Ángel Martín González, historiador, profesor de secundaria y miembro de la Asociación Iruene, nos ofreció una aproximación a los estudios arqueoastronómicos con la charla titulada “La cosmovisión de los antiguos canarios”, donde expuso una gran cantidad de ejemplos en los que se constata la estrecha relación entre los aborígenes y los objetos y acontecimientos celestes.

 

 

El viernes le tocó el turno a Verónica Alberto Barroso, arqueóloga con dilatada experiencia en el conocimiento del registro material del Archipiélago, que nos habló de “Animales para comer y animales para profesar. Los estudios zooarqueológicos en Canarias” donde se desgranó todo el proceso de transformación de los animales y el papel que juegan en contextos muy diferentes, algunos relacionados con el ámbito simbólico.

 

Ambas charlas, celebradas en la Casa de la Décima, tuvieron una gran aceptación por parte del público asistente, quedándose pequeña la sala y generando un debate que se dilató más de dos horas para cada sesión. Una muestra evidente del gran interés que despertaron las temáticas abordadas.

Como colofón a la intensa semana de trabajo, el sábado recorrimos parte de la zona norte de la Isla visitando algunos yacimientos arqueológicos como los grabados de El Cementerio-El Calvario (Santo Domingo de Garafía) y, sobre todo, el Parque Arqueológico de La Zarza y La Zarcita (La Mata, Garafía). Acompañados de Jorge Pais, Director del Museo Benahoarita e Inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, disfrutamos de un recorrido por un paraje impresionante mientras conocíamos la historia del Parque Arqueológico y discutíamos sobre grabados rupestres.