Una pieza emblemática, nuestro logo
Uno de los objetos que hemos usado para la imagen gráfica del Campus ha sido una pequeña pieza ósea que destaca bastante por su singularidad. Se localizó en la Unidad Estratigráfica 1 del Sondeo A, y corresponde a un fragmento de hueso trabajado que parece representar una figura humana. La encontraba en el interior de una capa de cenizas que se extendía por gran parte de la superficie de la cueva. Su contexto estratigráfico, junto a otras evidencias que fueron apareciendo durante la excavación, nos ha llevado a interpretarla como resultado del proceso de limpieza e higienización de la cueva.
Para comprender de forma global el proceso de ignición que tuvo lugar en la cueva, iniciamos una serie de consultas etnográficas en relación al tipo de prácticas que fueron frecuentes en el uso agropecuario o doméstico de las cuevas. Y como suele ser habitual en estos casos, la información recibida proporcionó la clave definitiva. Se consultó a diversas personas mayores de distintos puntos de la Comarca Noroeste (Tijarafe y Puntagorda), experimentados en los usos agropecuarios tradicionales, y nos transmitieron que en un pasado no muy lejano (aún en los años cuarenta del siglo XX), era frecuente realizar limpiezas concienzudas de determinadas cuevas para habilitarlas con nuevos usos. Se realizaban grandes incendios en su interior que duraban días, con la finalidad de limpiarlas e higienizarlas, especialmente después de haber sido utilizadas como establos para el ganado, ya que con estos animales suelen convivir varios tipos de parásitos y múridos que es preciso eliminar, sobre todo antes de volver a utilizar la cavidad nuevamente.
En el contexto de estas limpiezas, el incendio se acompañaba con algunas prácticas rituales. En esta zona de La Palma reciben el término de “sajumerio”, y está destinado a ahuyentar a los malos espíritus que hacían enfermar al ganado o no permitían su reproducción según el ciclo natural establecido. En función de esta información, la pieza, que apareció en el interior del nivel de incendio, sería parte esencial de ese ritual.
Funcione o no este “sajumerio”, lo cierto es que nos ha proporcionado una pieza emblemática que, además, por permite vincularla con la T de Tijarafe y crear así nuestro logo.
¿Qué les parece?