Es lo que pasa en una excavación arqueológica

Y es que cuando ya todo parece claro, cuando ya lo tienes más o menos controlado y solo queda documentarlo para cerrar la excavación y dejarlo listo para el año que viene… todo cambia en un momento. Durante esta semana hemos asistido a la enésima demostración de una máxima que repetimos los arqueólogos: en una excavación, lo mejor siempre sale el último día.

En la cueva del Lomo de las Viñas I, por ejemplo, nos encontramos con un panorama complicado que, aunque ya empezábamos a intuirlo la semana anterior, ahora adquiría un cariz inabarcable para el tiempo que restaba. La delimitación de una serie de estructuras en ambos sondeos fue dejando paso a un panorama mucho más complejo al constatarse la gran multiplicidad de estratos que las constituían. Con escasos días por delante para afrontar su excavación, y la necesaria precisión y meticulosidad que ello requiere, se nos antojaba una labor inviable, por lo que, tras discutirlo y valorarlo muchísimo, tomamos la decisión de parar la excavación en ese punto. Por desgracia, habrá que esperar al año que viene para dilucidar la información histórica que atesora la cueva del Lomo de las Viñas I. Así pues, y tras la toma de muestras para las distintas analíticas y dataciones, dedicamos toda la mañana del viernes a la colocación del geotextil en los diferentes sondeos, con el fin de preservar los perfiles y estructuras existentes para la siguiente campaña. Con sumo cuidado, fuimos vertiendo el sedimento cribado sobre los sondeos y disimulando el terreno para hacérselo lo más complicado posible a los expoliadores de turno.

 

 

Sorpresas similares las hemos tenido en la Cueva de Las Mejoras. Tras una primera campaña de excavación en la que pudimos constatar la secuencia general del yacimiento, y una segunda donde se ha excavado en extensión casi la totalidad de la cueva, a mitad de semana aparece algo diferente. En un extremo, en una zona que podríamos calificar de marginal si lo relacionamos con la amplitud del resto del yacimiento, bajo el nivel de fundación del muro histórico que cerraba la cueva y en contacto con la roca madre se identifica una pequeñísima línea negra muy diferente a los anteriores estratos de ceniza históricos. Tras su análisis y valoración parece que estaríamos ante el primer suelo de ocupación inalterado de época benahoarita… o eso podemos plantear de momento, pues la campaña de excavación llega prematuramente a su fin y no podemos demostrarlo. Está visto que la Cueva de Las Mejoras siempre nos da motivos para volver a ella. Esperemos que los astros se alineen en 2019 e iniciemos una tercera campaña de excavación en el Barranco de Los Gomeros. ¡Por nosotros que no quede!

 

Paralelamente a todas estas sorpresas, esta semana ha sido la más ajetreada de toda la campaña en lo que respecta al número y cantidad de personas que atendimos. Empezó la semana con una nueva visita de la Alta Inspectora de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aránzazu Gutiérrez, que con el Inspector de Patrimonio Insular, Jorge Pais, y la investigadora Nuria Álvarez, hizo un recorrido mucho más sosegado que el anterior. Se interesó por la metodología que estamos aplicando en los distintos sectores, además de las diferentes analíticas que realizaremos.

 

 

Igualmente, el martes pasó por el Barranco de Los Gomeros Nieves Lady Barreto Hernández, Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, que con parte de su equipo y acompañada por el alcalde de Tijarafe, Marcos Lorenzo, fue informada de los nuevos avances producidos, ya que desde la campaña pasada sigue con gran interés los progresos de las excavaciones.

 

 

 

 

 

La última visita institucional fue la de Francisco Javier García Rodríguez, Vicerrector de Relaciones con la Sociedad de la Universidad de La Laguna, quien tras conocer el proyecto y sus posibilidades nos planteó la posibilidad de una participación más activa por parte de la institución. De momento, el Campus puede ser convalidado como prácticas extracurriculares por los alumnos del Grado de Historia de la ULL.

 

 

La visita más multitudinaria fue sin duda la del jueves, cuando casi una treintena de niños del Campus juvenil organizado por el Ayuntamiento de Tijarafe se acercó al Barranco de Los Gomeros. Tras tres semanas conociendo todas las fases y labores que implica una excavación arqueológica, los participantes del Campus de Arqueología fueron capaces de hacer de guías por los yacimientos. Así, y divididos en diferentes grupos, practicaron una de las labores esenciales de la arqueología: la divulgación de los contenidos científicos. Sin duda, toda una experiencia de la que todos quedaron encantados.

 

Como en semanas anteriores, dos de las tardes del programa fueron dedicadas a la formación teórica. La primera charla fue la de Mauro Hernández Pérez, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante, quien nos expuso sus “Reflexiones sobre La Palma prehispánica”, ofreciendo un interesante repaso sobre la historia de la investigación, y el análisis de los principales problemas arqueológicos a los que debemos enfrentarnos en los actuales estudios del pasado aborigen de la isla.

 

 

 

Por su parte, Esther Chávez Álvarez, Profesora Titular de Arqueología de la Universidad de La Laguna, nos expuso una visión detallada del estado actual de los Recursos patrimoniales, Centros de Interpretación, Museos y Parques Arqueológicos existentes en el Archipiélago, con lo que tuvimos una idea muy precisa de la situación de la difusión patrimonial en cada una de las Islas.

 

 

En lo referente a la divulgación en los medios de comunicación del Campus y de la Campaña de Excavaciones, debemos destacar el extenso reportaje realizado por la periodista Claudia Pais que nos visitó la semana pasada y cuyo interesante texto puede leerse aquí.

Finalmente, y como última salida de campo, el sábado visitamos el yacimiento y Centro de Interpretación de Belmaco, en el municipio de Mazo. Para ello contamos con la inestimable presencia del profesor Mauro Hernández Pérez, responsable de las excavaciones de la década de 1970, quien nos hizo de guía. A lo largo del recorrido nos informó de la historia del yacimiento, de sus peculiaridades estratigráficas y de los problemas de conservación que encontraron cuando actuaron en él. Sin duda, una experiencia impagable por lo que le estamos enormemente agradecidos.

 

 

La semana concluyó, como no podía ser de otra manera, con la impartición de una charla que presentaba a la población los primeros resultados de esta segunda campaña de excavación y con la entrega de los diplomas a los participantes. Aunque le dedicaremos una entrada especial, hay que decir que fue un acto divertido y emotivo, y en el que más de una lágrima se escapó… Gracias a todos por hacer posible este proyecto.