Mucho que hacer pero muy poco tiempo
Esta semana ha sido intensa y llena de emociones al llegar a la recta final de nuestro Segundo Campus de Arqueología de Tijarafe. Tras quince días de convivencia, trabajo en equipo y jornadas de formación, concluimos esta iniciativa que tan buenos resultados está teniendo.
A lo largo de toda la semana han sido numerosas las labores técnicas desarrolladas por los participantes del Campus. Continuamos con la retirada de piedras y sedimentos de la cueva de El Granero, tanto en sus sectores interiores como exteriores. Así mismo, se han realizado labores de descripción y registro gráfico de los diferentes muros, complejos estructurales y áreas previamente delimitadas, tomándose medidas de cada uno de ellos. También llevamos a cabo una recogida superficial de materiales arqueológicos de las zonas previamente acondicionadas y se concluyó con la limpieza de la cobertura vegetal de la Cueva de El Granero II y Cueva del Cura. Además, se emprendieron nuevas tareas, como la toma de cotas y puntos base con el GPS de precisión o la limpieza de materiales recuperados en los distintos sectores. Una de las actividades que más disfrutaron los participantes fue el estudio, descripción y delimitación del área de grabados rupestres de Montaña los Riveroles, en la parte alta de Tijarafe, y a la que la Asociación Iruene le otorga un carácter sagrado vinculado al culto astronómico de Canopo.
La semana la iniciamos igual que habíamos acabamos la anterior, con la participación de la arqueóloga Verónica Alberto, que en esta ocasión nos ofreció un completo taller de zooarqueología aplicada a los materiales faunísticos de campañas anteriores. Gracias a ella, nuestros participantes pudieron identificar y reconocer restos de cabra, oveja, lagarto, cerdo y, como tema estrella, de perro, pues fueron varios los huesos que mostraban evidencias de haber sido consumidos por cánidos. Junto a las marcas de corte vinculadas al procesamiento de alimentos, también aparecieron numerosas incisiones que indicaban la presencia de roedores y otros animales.
La jornada se completó con la charla del bioantropólogo Javier Velasco, técnico de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. Con el título “Vivir y morir en una isla” presentó los resultados de las últimas investigaciones que desarrolla junto a Teresa Delgado y Verónica Alberto, y que muestran una serie de sorprendentes conclusiones que darán mucho que hablar cuando se publiquen. A partir del estudio de los fondos bioantropológicos de El Museo Canario y de las dataciones absolutas que se poseen actualmente en Gran Canaria, nos expuso un nuevo enfoque sobre los patrones funerarios de la Isla, la reinterpretación de la práctica del mirlado y una serie de comportamientos sociales desconocidos hasta ahora entre sus habitantes, y que se infieren de las marcas dejadas en sus huesos.
Una de las mañanas fue dedicada a un aspecto que nos preocupa mucho y que afecta al futuro Parque Arqueológico del Barranco de Los Gomeros: la invasión del rabo de gato (Pennisetum setaceum). Como ocurre en muchos parajes de la Isla, la vegetación tradicional está siendo sustituida por esta especie introducida como planta ornamental, colonizando desde cunetas hasta fondos de barranco en todo el Archipiélago. Como parte de la campaña de control que emprendimos este año, realizamos un taller con los participantes y emprendimos una limpieza de parte del Barranco. Nos acompañaron la bióloga Dra. Patricia Brito Sánchez, profesora en el IES José María Pérez Pulido, y su hermana Cecilia Brito, miembros del Colectivo “Sinrabogato La Palma”. Con ellas realizamos una intensa labor de extracción de esta planta entre las cuevas de El Granero y El Cura. Después de varias horas de duro trabajo conseguimos abarcar un perímetro importante que, esperemos, quede libre de rabo de gato en el futuro.
Tras pelearnos toda la mañana con la vegetación invasora, por la tarde nos relajamos visitando el nuevo Centro de Interpretación de los Petroglifos de El Paso ‘Benehauno’ (Cajita del Agua). El Centro expone unas fotografías espectaculares de los grabados y permite apreciar la riqueza y diversidad de manifestaciones rupestres que posee La Palma. Completamos la visita disfrutando in situ de los grabados de La Fajana y El Verde. La luz rasante del atardecer hizo “brillar” los grabados de una manera poco habitual.
Como en otras ocasiones recibimos varias visitas de amigos y conocidos. Entre ellas merecen mencionarse especialmente las de Philipp, Idefonso e Isora, con quienes disfrutamos de un recorrido por las cuevas intervenidas en las anteriores campañas de excavación. La entrevista que nos hizo el equipo del fotógrafo Jorge Lozano, para un futuro documental sobre Arqueología de La Palma. O la visita de don Agapito, hermano de la propietaria de la Cueva del Granero, Gloria Castro Martín, que nos brindó múltiples recuerdos de su infancia, aportando gran cantidad de información etnohistórica, esencial para conocer los usos y las transformaciones durante las últimas décadas del Barranco.
El viernes tocó labores de divulgación. Planteada como día de puertas abiertas, nos visitaron una treintena de niños, de entre 6 y 12 años, del Campus infantil que todos los años organiza el Ayuntamiento de Tijarafe. Los participantes del Campus de Arqueología hicieron de guías por los diferentes yacimientos del Barranco, explicando a los menudos el contexto general y los diferentes trabajos realizados durante estas dos semanas. Los niños disfrutaron haciendo por un día de arqueólogos y los integrantes del Campus lo hicieron realmente bien en su labor de divulgadores del conocimiento arqueológico.
Por la tarde asistimos a una nueva charla formativa, impartida por el arqueólogo Marco Moreno Benítez, responsable de la empresa Tibicena y actual director del Centro de Interpretación de La Fortaleza. En su conferencia, titulada “La Fortaleza. Arqueología y modelo de gestión”, nos habló de los últimos descubrimientos arqueológicos realizados en Gran Canaria, de los yacimientos que conforman el entorno de La Fortaleza y del modelo de gestión que está llevando a cabo en su Centro. Se trata de un modelo de gestión mixto muy interesante para tener presente en la difusión de otros parajes arqueológicos en las Islas.
La última actividad formativa del Campus la tuvimos el sábado 10 de agosto, con la visita al Centro de Interpretación de El Tendal, en San Andrés y Sauces. Incluso los más o menos perjudicados por la intensidad de la fiesta nocturna pudieron disfrutar de la exposición permanente, en la que se conjugan paneles informativos, piezas arqueológicas originales, pantallas interactivas y un audiovisual. Nos acompañó la guía Nuria Rodríguez, quien nos enseñó este Centro expositivo recientemente inaugurado. Sin duda, esta será una visita obligada para futuros Campus.
Finalmente, y como en años anteriores, fuimos a comer al área recreativa de Los Tilos donde pudimos relajarnos en un espacio natural único en las Islas.
La entrega de los certificados la realizamos el viernes en la Casa de la Décima, preludio de una larga noche de fiesta de la que existe un rico registro gráfico y audiovisual que ha quedado bajo custodia de los responsables del Campus… por si en algún momento resulta necesaria su difusión.
Gracias a todos por este gran Campus. Y ya empezamos a preparar el próximo!!!!