Reencuentros y trabajo en el Tercer Campus de Arqueología. Nuestra primera semana

Después de una pandemia mundial, de una erupción volcánica e, incluso, de un incendio que afectó a parte del municipio, retomamos tras varios años las actividades del Campus de Arqueología de Tijarafe.

Gracias al gran esfuerzo del Ayuntamiento de Tijarafe, y a la colaboración de administraciones públicas como el Cabildo de La Palma o la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, así como de la empresa Cultania, hemos vuelto este año superando todas las dificultades, y con la intención de cumplir muchos años más. Los obstáculos no han sido pocos. Y no sólo nos han afectado a nosotros. Actualmente, y por desgracia, somos el único Campus de Arqueología que se celebra en Canarias. Algo que no se relaciona con el gran interés que tiene la ciudadanía por nuestro patrimonio arqueológico, sino con la dificultad económica, organizativa y material que supone un proyecto de estas características.

Durante esta primera semana hemos ido reencontrándonos con muchos amigos y colaboradores de años anteriores. El día de la presentación fue especial para todos. Aunque los trabajos técnicos no se han detenido, pues hemos continuado con las campañas de excavación y prospección en los últimos años (y ya van ocho), retomar la celebración del Campus tras la cancelación in extremis de 2021 le otorgó a este primer día un tono diferente.

La alcaldesa del municipio de Tijarafe, Yaiza Cáceres, hizo los honores el lunes 22 de julio junto al viceconsejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Canarias, Marcos Lorenzo, al concejal de Patrimonio histórico del Ayuntamiento tijarafero Aitor Rodríguez y al codirector del Campus Francisco Pérez (puede verse aquí). Tras la bienvenida, y después de recibir el material didáctico del Campus, nos hicimos la obligada fotografía de grupo. Y aunque a lo largo de las dos semanas que dura el Campus se irán incorporando otros participantes, lo cierto es que esa imagen la recordaremos todos como ejemplo de superación.

Este 3er Campus se desarrolla paralelamente a la 8ª Campaña del Proyecto Occidente. Y vinculado al calendario de trabajo del proyecto, este año se ha orientado al trabajo de prospección. Esta metodología permite reconocer, identificar y registrar los yacimientos arqueológicos que aún conserva una determinada zona, para que su localización esté disponible tanto para las investigaciones que puedan realizarse como para su conocimiento por parte de las administraciones competentes, las cuales tienen la obligación legal de gestionar y mantener ese legado.

La campaña de prospección de este año cubre dos tramos diferenciados del territorio tijarafero. En primer lugar, el espacio comprendido entre el Lomo de la Castellana y la margen izquierda del Barranco del Mocán, en la costa del pago de Aguatavar. Mientras que el otro se centra en los cauces de la Costa de El Jesús. Ambas zonas tuvieron una importante ocupación aborigen, destacando los barrancos de Los Gomeros, El Jesús y El Mocán.

Los resultados, hasta esta primera semana son, como esperábamos, numerosos y muy singulares. Se han inventariado 17 yacimientos, entre cuevas de habitación, sepulcrales, manifestaciones rupestres y enclaves en superficie. Todos los yacimientos han sido documentados mediante un reportaje fotográfico individualizado, además de recopilar las correspondientes fichas de registro que sintetizan datos como su descripción, localización o estado de conservación. Aunque la mayoría de las cuevas presenta signos de reutilización, algunas de ellas solo poseen restos materiales de época benahoarita, por lo que son candidatas idóneas para futuras excavaciones arqueológicas. El trabajo de prospección, aunque exigente físicamente, ofrece una cantidad muy relevante de información que nos permite entender el comportamiento territorial de las poblaciones del pasado. Es fundamental compaginar los resultados extraídos en las excavaciones con los datos extraídos en la prospección, pues solo de esta manera podemos entender cómo vivieron los banahoaritas en esta parte de La Palma.

Pero no solo de trabajo de campo vive el Campus. A lo largo de la semana hemos tenido varias visitas, tanto de responsables políticos como de medios de comunicación. Por ejemplo, el Consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma nos visitó el martes, mientras que los amigos de la RTVC hicieron un reportaje en miércoles (puede verse aquí).

La formación práctica se complementó con una serie de charlas temáticas el viernes 26. En horario de mañana (de 11:00 a 13:00 h) y de tarde (de 18:00 a 21:00 h), se celebraron en el Salón de Plenos del Ayuntamiento cuatro ponencias por parte de especialistas en el pasado aborigen de las Islas, que procedían de Gran Canaria, Tenerife y La Palma. El botánico Dr. Arnoldo Santos Guerra disertó sobre “Canarias, Sáhara, Sokotra. Viaje a un paraíso”, mientras que el resto de arqueólogos se centraron en diversos aspectos del registro material, fundamentalmente el estudio de las manifestaciones rupestres. Así, la ponencia del Dr. Pedro Javier Sosa Alonso llevó por título “Historias en la roca. Documentación integral y estudio del arte rupestre al aire libre de la isla de Gran Canaria” y la de la Dra. Irma Mora Aguiar “Líbico meridional: un alfabeto de la Antigüedad tardía”. Completó la sesión la charla nuestro compañero el Dr. Francisco Pérez Caamaño, que ofreció una síntesis sobre los 7 años del Proyecto Occidente en Tijarafe. El acto concluyó con la proyección de nuestro documental «Proyecto Occidente. Arqueología y prehistoria en Tijarafe. Voces aborígenes del noroeste palmero», que se encuentra colgado en la sección de Multimedia de esta web (enlace).

Como actividad de final de semana, y siguiendo la costumbre de campus anteriores, el sábado nos fuimos de visita arqueológica por La Palma. Tanto los participantes como algunos ponentes y el equipo técnico pudimos disfrutar de enclaves arqueológicos tan espectaculares como El Verde, La Fajana o el Morro de las Nieves. Aprovechando la presencia de algunos especialistas en grabados rupestres, asistimos a un pequeño taller in situ sobre este tipo de registro, que en la Isla adquiere una plasmación tan especial, tanto en sus formas como en su distribución sobre el territorio.