Una segunda semana repleta de descubrimientos
La segunda, y última, semana del Campus suele ser mucho más intensa y exigente en lo que se refiere al trabajo técnico. Con la experiencia adquirida con anterioridad, los participantes ya cuentan con los conocimientos mínimos para mostrar cierta autonomía. Y esto se observa en el incremento de yacimientos inventariados y en la amplitud de las zonas prospectadas.
Estas dos semanas de trabajo se han orientado a conocer, de forma específica, la metodología arqueológica de prospección. Los participantes han podido identificar en el terreno las distintas tipologías de yacimientos asociados a la ocupación benahoarita, observar las características de cada uno de esos enclaves y cómo se asocian entre sí en el territorio; las diferencias existentes en su registro arqueológico y la manera en que aparece en superficie.
Han realizado todo el protocolo de inventario de los yacimientos, desde su localización precisa a su identificación y descripción pormenorizada mediante fichas de campo, así como el registro fotográfico detallado de sus particularidades. Han observado el tipo de material arqueológico utilizado para la caracterización arqueológica de los enclaves, tanto el perteneciente a época aborigen como al vinculado a épocas históricas. En resumen, han obtenido la experiencia necesaria para comprender qué es un yacimiento arqueológico y, sobre todo, entender la forma correcta de comportarse dentro de un enclave de estas características.
Los resultados científicos obtenidos durante estas semanas puede definirse como excepcionales, pues se han identificado más de treinta yacimientos arqueológicos, desconocidos hasta la fecha, que se suman al centenar de enclaves ya inventariados en las diferentes campañas realizadas. Aunque el municipio de Tijarafe, así como algunos otros de La Palma, empezaron a ser investigados desde la década de 1990, lo cierto es que la información recopilada en dichos trabajos de campo está desfasada o, directamente, ha quedado inservible debido a la metodología empleada para la identificación de los yacimientos en el territorio. El empleo hasta fechas recientes de la cartografía en papel para localizar los enclaves en los catálogos e inventarios ha supuesto una merma considerable del esfuerzo realizado durante tantos años. La ausencia generalizada de referencias cartográficas fiables, más allá de una simple marca en un plano con una escala elevada, ha lastrado su utilidad para los gestores públicos. Entre los objetivos científicos de nuestras campañas ha estado siempre la intención de generar información fiable que pudiera ser consultada, contrastada y comprobada por otros investigadores y que, por tanto, fuese útil a las administraciones con competencias en la gestión del Patrimonio Cultural canario.
Los más de treinta yacimientos inventariados durante el Campus, perfectamente geolocalizados espacialmente, evidencian un panorama muy similar al identificado en otros parajes del municipio. La media docena de cuevas sepulcrales o las ocho estaciones de manifestaciones rupestres inventariadas cumplen los patrones de distribución que ya venimos constatando en las diferentes campañas de prospección del Proyecto Occidente. Como ocurre en el propio Barranco de los Gomeros, aquellas cuencas de pequeño y mediano tamaño que se suceden entre los grandes barrancos de la vertiente oeste de La Palma se encuentran densamente ocupados, conformando amplias unidades domésticas que explotan económicamente el territorio y se apropian simbólicamente del paisaje.
Durante las semanas del Campus se han trabajado diferentes zonas y ámbitos del municipio, aunque nos hemos enfocado, fundamentalmente, en el Lomo de Cabezola, la parte alta de los Barrancos de El Jesús y Los Gomeros, así como todo el Lomo de las Ánimas. En dichas zonas, relativamente abruptas, con accesos complicados y la presencia de una densa vegetación que obliga a dar numerosos rodeos, ha sido posible identificar una gran cantidad de yacimientos que confirman la alta densidad de ocupación aborigen de esta parte del municipio. Aunque no hemos tenido que lamentar accidentes, lo cierto es que los arañazos, las “picaduras” de las pencas, o las agujetas han sido una constante. Dado el abandono del campo y de la mayoría de las actividades económicas tradicionales, los caminos y veredas antiguas han ido desapareciendo paulatinamente. Y aunque el trabajo de prospección implica concentrarse en zonas aisladas o escasamente frecuentadas, la pérdida de los antiguos accesos a las cuevas suma un plus de dificultad al trabajo técnico.
Salvo algunos días, el calor nos ha respetado un poco. Aunque siempre se tiene a mano una cueva o un cejo para descansar del sol, es más agradable prospectar con un cielo cubierto, aunque algunas fotos no terminen por salir bien. Cierto que el martes, el día que tenía prevista la visita Migdalia Machín, la Consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, el aeropuerto de Tenerife Norte quedó cerrado por la niebla, en Tijarafe disfrutamos de una bajada de temperaturas que permitió alargar la jornada mucho más que en días anteriores.
Los días que quedan de la campaña de prospección, que concluye el día 15 de agosto, tendrá por objeto reconocer el Barranco de El Mocan, zona bastante abrupta que, con ayuda de algunos de los participantes que se han quedado, podremos cubrir sin excesivo problema. En él esperamos constatar, como ha ocurrido con anterioridad, cuevas de habitación con fragmentos de cerámica de todas las fases conocidas, lo que estaría confirmando en superficie el empleo de esas oquedades durante todo el periodo aborigen de La Palma.
Pero paralelamente al trabajo de campo, a lo largo de la semana pudimos disfrutar de algunas actividades y salidas complementarias. Así, y junto a la degustación de la gastronomía local en bares y restaurantes del municipio, el miércoles por la tarde visitamos el Museo de Arte Contemporáneo y su colección de arte 20/21, así como el Museo del Traje “José Luis Lorenzo Barreto”, ambos con piezas e instalaciones excepcionales. Sin duda, es una suerte contar en Tijarafe con estos Centros museísticos únicos en Canarias.
El viernes, aunque por la mañana tocó la entrega de diplomas a algunos participantes, el resto del día seguimos descubriendo nuevos yacimientos… alguno de ellos con un registro material sorprendente que iremos dando a conocer en próximas fechas. Está claro que Tijarafe aún guarda secretos que enriquecerán la ya de por si impresionante arqueología palmera.
Finalmente, y como adelantábamos en nuestro perfil de Instagram (@campusarqueologiatijarafe), el colofón al Campus de este año ha sido algo muy especial: un paseo nocturno que, de la mano de Miguel Martín, realizamos a diferentes estaciones de grabados rupestres de la Isla. Sin duda, contemplar de esta forma las manifestaciones rupestres de los benahoaritas es una experiencia que incita a estudiar este registro material a través de la experimentación con diferentes metodologías. Bajo la luz de la luna, estaciones que conocíamos muy bien se nos mostraron casi irreconocibles.
No hay duda que compartir estas dos semanas con tantos amigos, y en un lugar tan diferente como La Palma, es una oportunidad al alcance de muy pocos. Y esa posibilidad se la debemos al Ayuntamiento de Tijarafe quien, con sus limitados presupuestos, ha apostado decididamente desde hace ocho años por el Proyecto Occidente y el Campus de Arqueología. Una propuesta que, como hemos podido ver en otros lugares del Archipiélago, resulta complicado desarrollar y, sobre todo, mantener en el tiempo. Pero el Campus de Arqueología de Tijarafe, pese a esas dificultades, tiene la intención de seguir empujando junto al resto de administraciones para que siga siendo una alternativa dentro de la difusión arqueológica en Canarias. Nos vemos el año que viene en Tijarafe!!!